Último día de vacaciones

Finalmente llegó, el día menos esperado por todos. El último día de vacaciones. Para mí es el momento ideal en que puedo dedicarme realmente a lo que me gusta, leer y escribir y disfrutar haciendo solo eso; ahora tendré suerte si entre el trabajo y los finales que me quedan en la facultad podré encontrar el tiempo que necesito para terminar mis novelas. 

Afortunadamente, estoy con los últimos capítulos de la novela para Harlequín ibérica, y esta semana sólo necesitaré de un par de horas para terminarla; pero tengo tantos proyectos para este año... A veces pienso que sería mejor si el año tuviera por los menos dieciocho meses (aunque parece mucho y no sé si lo disfrutaríamos). Lo ideal sería poder vivir de lo que me gusta, pero en tanto lleguen las oportunidades, habrá que esperar.

De cualquier manera pienso seguir con esto y tengo otra novela corta escrita, que me falta darle los últimos toques y revisión. Si lo de Harlequín no resulta, bueno, pues buscaré otro camino. 

Y además está mi otro yo. También escribo con otro nombre pero eso, lo sabrán a su debido tiempo. Habrá que esperar un poquito y entonces podrán saber más de mí. 

Los juegos del destino

Bueno, pues la verdad soy un poco chapada a la antigua, como suele decirse. Siempre te dicen que cuando te gusta alguien, hoy en pleno siglo XXI, con tantos logros y avances para las mujeres, no esperes a que sea el hombre el que dé el primer paso. 

Yo pienso diferente, la verdad es que soy un poco ingenua y, está bien, confieso que me gusta un compañero de la universidad. Más de uno va a pensar que soy una tonta cuando diga que con este hombre cursé solo una materia y que cada vez que lo veía me temblaban las piernas y no pude llegar más allá de un saludo (que él siempre respondía de buen gusto y con una sonrisa). Ahora, después de un año, esta mañana volví a verlo. 

Sigue siendo el mismo bombón hermoso de siempre y todavía me recuerda, me dedicó la misma sonrisa de las veces anteriores. 

Cuando me acerqué para decirle algo, alcancé a preguntarle si él yo habíamos cursado una materia juntos (una pregunta con trampa, porque yo lo recordaba perfectamente). Entonces él se dio vuelta, me miró detenidamente y pensó un momento antes de decir que "no se acordaba, pero que seguro cursamos algo juntos". 

Ahora estoy embobada, pensando si el destino existe realmente y si volví a verlo por algo en especial. Quizás signifique algo, quizás tenga sentido que lo haya visto justamente hoy en el nuevo edificio de mi facultad y que hoy fuera el primer día del año que regresé a rendir un examen.

No sé, pero el verdadero motivo de esta entrada es para dejar clara mi postura. Soy bastante tímida y jamás me atrevería a dar el primer paso, nunca podría hacer algo como pedirle el teléfono o el E-mail; no sé, pero si él lo hiciera yo se lo daría, aunque también pienso que él no es un tonto y tuvo varias oportunidades para dar el tan ansiado paso. ¿verdad?

Por una vez en la vida y después de tanto tiempo de dudar, sólo me gustaría creer que el destino existe...

Quizás la culpa sea de las novelas románticas que tanto me gustan... 

El hombre de mis sueños...

Falta un día para el Día de San Valentín. No tengo novio, pero no soy de esas mujeres que andan por ahí penando porque no tienen con quien pasar el día más romántico del año. Bueno, cualquier día del año puede ser más romántico, cualquier día puede invitarte un hombre al cine, a cenar o a tomar un trago. No tiene nada de especial que lo haga el 14 de Febrero.
De hecho, este es el día que elijo para quedarme en mi casa, mirando una buena película o leyendo alguna novela.
Lo que estaba pensando (y por eso esta entrada en el blog) es acerca de las relaciones. ¿Qué relación preferimos más las mujeres? ¿Con que tipo de hombre es que al final soñamos la mayoría de las mujeres?
Algunas buscan un hombre que no traiga complicaciones, un hombre igual a ellas que no venga a cambiarles su estilo de vida... Pues para mí que eso sería muy aburrido.
Yo estoy esperando un hombre que me haga tambalear mi mundo, un hombre totalmente diferente a mí que venga a poner un poco de emoción en mi vida tan organizada. Un hombre que no tenga un plan en mente, alguien que sencillamente venga y me diga que quiere pasarla bien conmigo.
Quiero aventuras en mi vida, quiero alejarme de la rutina y levantarme por la mañana sin saber lo que me espera.

Sueños de una escritora...

Siempre tenemos que tener varias opciones. Nunca podemos estar cien por ciento seguras de que lo estamos haciendo vaya a salir como esperamos, es cierto, por más que pongamos todo nuestro empeño en alcanzar las metas que queremos. Por eso siempre es aconsejable tener un plan B o un plan C, o hasta un plan D.
Mi vida ahora está organizada en función de planes y este año me propuse alcanzarlos.
Primero, tengo la novela que acabo de terminar y que estoy revisando antes de enviar a la editorial. Luego sólo restará aguardar los resultados, que en caso de que no sean los esperados, me aguardan dos proyectos más en carpeta.
A veces pienso que es un poco obsesivo de mi parte organizar mi vida de esta manera, pero necesito la seguridad de saber que siempre tengo un camino para elegir; sobre todo ahora que me decidí por mi vocación literaria.
El año recién empieza y tengo un largo camino por recorrer... Espero conseguir todo lo que me propongo y poder dedicarme a esto que tanto amo...

Ella es la soñadora Josephine March, de la serie animada de mi novela favorita, Mujercitas. Jo se pasaba largas tardes encerrada en la biblioteca de su casa leyendo novelas y escribiendo historias, soñando que alguna vez la ayudarían a ser escritora y hacer famoso el apellido de su familia.

Un comienzo de año muy inspirador...

El año comenzó muy bien. No me puedo quejar, estoy escribiendo mucho y espero obtener resultados positivos muy pronto. Cuando terminó el 2010 ni remotamente me había imaginado que el 2011 estaba por empezar de esta manera.
La verdad que a veces para conseguir lo que una quiere sólo necesita arriesgarse y tomar el control de su vida. En esta época es un poco difícil para las mujeres, con tantas ocupaciones y además la casa y la familia, es cierto, pero cuando una tiene un sueño, una vocación tan fuerte (como es la mía de escritora), de verdad que vale la pena arriesgar todo.
Yo siempre dije que admiro profundamente a las personas que toman la decisión de dejar sus trabajos, un trabajo a veces bien pagado y acomodado por hacer lo que les gusta, aún en la incertidumbre de si las cosas llegarán o no a buen puerto, pero se arriesgan igual. Mucho tiempo perdí yo pensando en lo que quería hacer de mi vida y ahora me doy cuenta que no es tarde y pienso seguir con esto que tanto me apasiona.
A todos aquellos que tengan aunque fuera una mínima duda acerca de lo que están haciendo y de lo que les gusta realmente, yo simplemente les digo: "El que no arriesga no gana".